lunes, 27 de mayo de 2013

Ruido de fondo (White Noise, 1985). Don DeLillo.


Don DeLillo

Ruido de fondo (White Noise, 1985)

Editorial Seix Barral, Barcelona, 2011
Traducción de Gian Castelli


Tengo ante mí la cuarta novela leída, hasta la fecha, de Don DeLillo. Su título resulta extraño. Ruido de fondo. En el original puede traducirse como ruido blanco (white noise). Desconozco si estas dos palabras inglesas tienen el mismo significado que el titulo castellano.

El protagonista, Jack Gladney, es un profesor universitario especializado en la figura histórica de Hitler. Su esposa (su cuarto matrimonio) de nombre Babette, es una psico-pedagoga que se gana la vida dando clases de posicionamiento ergonómico a ancianos y a ciegos. El matrimonio tiene varios hijos, suyos y de otros matrimonios (Heinrich, Wilder, Steffie, Denise, etc. etc.). La familia de marras es más rara que un perro verde.

DeLillo en esta novela parece optar por la comedia, y por el humor negro. La familia vive en un pueblo perdido donde la América DeLilliana parece adquirir toda su profundidad de campo.
Un buen día el pueblo sufre el peligro de una especie de nube tóxica, un desastre medioambiental, en el cual el protagonista, Jack,  parece haberse expuesto, durante dos minutos y medio, a su potencial toxicidad. A partir de entonces el miedo a la muerte invade todo el relato.

Jack tiene un amigo y profesor también del campus universitario, llamado Murray, que filosofa constantemente. De la interacción entre Jack y Murray, DeLillo escribe, probablemente, uno de los mejores pasajes de toda su obra:

“La familia representa la cuna de la desinformación universal. Algo hay en la vida familiar que desencadena la generación de errores factuales. La proximidad excesiva, el ruido y el calor de la existencia. Acaso algo aún más profundo, como la necesidad de supervivencia. Murray afirma que somos criaturas frágiles rodeadas por un mundo de hechos hostiles. Hechos que amenazan nuestra felicidad y nuestra seguridad. Cuanto más profundizamos en la naturaleza de las cosas, más endebles puede parecer que se vuelven nuestras estructuras. El proceso familiar contribuye a nuestro aislamiento del mundo. Los pequeños errores adquieren una dimensión desmesurada, y la irrealidad prolifera. Yo le digo a Murray que la ignorancia y la confusión no pueden de ningún modo ser las fuerzas impulsoras que subyacen a la solidaridad familiar. Qué idea, qué subversión. Él me pregunta por qué las unidades familiares más fuertes se dan en las sociedades menos desarrolladas. La ignorancia es un arma de supervivencia, afirma. La magia y la superstición se atrincheran como la poderosa ortodoxia del clan. La familia es más fuerte allí donde más probable resulta que la realidad objetiva sea malinterpretada. Qué teoría más despiadada, respondo. Pero Murray insiste en que es cierta."


Tras haber leído anteriormente “Americana”. “Libra” y “Los nombres”, esta novela de DeLillo (“Ruido de fondo”) me ha gustado (realmente está muy bien escrita y su traductor al castellano, Gian Castelli, realiza un esfuerzo memorable) pero a pesar de todo esperaba más de ella. Había leído que ésta es, junto “Submundo” su obra maestra, y en mi opinión “Libra” es una novela superior a “Ruido de fondo”.

Con todo, sigo explorando el universo de este gran narrador americano. Su obra me fascina. DeLillo es muy grande.